Sigmund Freud definió los mecanismos de defensa, refiriéndose a la reacción del Yo para evitar hacer consciente impulsos que no son aceptados socialmente. De esta manera se consigue un equilibrio entre el Ello (deseos e impulsos) y Superyó (normas sociales). Estas son las características de los mecanismos de defensa:
- Son adaptativos o patológicos (no ajustados a la realidad)
- Buscan defender al individuo de la angustia y malestar, consiguiendo reducir el estrés emocional y la disonancia cognitiva.
- Pueden cambiar, debido a que son dinámicos.
- Son inconscientes
- Predomina uno, pero pueden coexistir varios.
- Son rígidos.
A pesar de haber sido descritos por Sigmund Freud, fue su hija, Anna Freud, quien los clasificó. Estos son algunos ejemplos de los mecanismos de defensa:
- Represión: se trata de un mecanismo que niega o suprime la realidad inaceptable o angustiosa, pudiendo llegar al punto de que la persona no recuerde la situación o el evento estresante.
- Idealización: el individuo se ensalza así mismo o a los demás, obteniendo una valoración deformada hacia en engrandecimiento de lo positivo.
- Fantasía: es un mecanismo utilizado normalmente en la infancia, los niños viajan a realidades paralelas en los mundos que dibuja su imaginación. Es un mecanismo útil para desconectar de situaciones traumáticas.
- Aislamiento del afecto: divide la emoción del pensamiento o de la conducta, es decir “pensar” en los sentimientos en vez de sentirlos.
- Formación reactiva: Anna Freud lo describió como la creencia de lo opuesto, es decir, los impulsos inaceptables se reprimen y se expresan de manera opuesta.
- Desplazamiento: la persona desplaza el impulso a otra fuente u objeto más aceptable para el individuo.
- Anulación retroactiva: se trata de deshacer lo que se ha hecho con algún comportamiento o pensamiento que neutralice esa conducta, pensamiento o sentimiento inaceptable que generan culpa.
Todas las personas utilizan mecanismos de defensa, sin embargo, varían en nivel madurativo y la adaptabilidad de los mismos al entorno. Para obtener más información sobre ellos, o conocer otros tipos recomiendo seguir leyendo PERSANO, H. L. 27-Mecanismos de Defensa.