En la vida diaria, todos enfrentamos una variedad de situaciones que nos generan diferentes emociones; alegría, asco, sorpresa, tristeza, ira, miedo, etc. Sin embargo, no siempre nos sentimos cómodos experimentando o expresando todas estas emociones, y a veces optamos por evitarlas. Este fenómeno se conoce como evitación emocional, y puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar psicológico. En este post de blog, exploraremos qué es la evitación emocional y cómo se manifiesta.
¿Qué es la Evitación Emocional?
La evitación emocional es un proceso en el cual una persona intenta evitar, ignorar o suprimir emociones desagradables. Esto puede incluir una amplia gama de emociones negativas, como la tristeza, el miedo, la ira o la ansiedad. Las personas pueden emplear diversas estrategias para evitar estas emociones, como distraerse con actividades, negar la existencia del problema, o incluso recurrir a sustancias como el alcohol o las drogas.
¿Cómo se Manifiesta la Evitación Emocional?
La evitación emocional puede manifestarse de varias maneras. Una de ellas es la distracción, donde la persona se enfoca en otras actividades para no tener que pensar en la emoción desagradable, como sumergirse en el trabajo o en hobbies. Otra forma es la negación, que implica rechazar la existencia del problema o emoción, llevándose a decirse a uno mismo que “todo está bien” cuando en realidad no lo está. La supresión es otra manifestación, en la cual se intenta bloquear activamente la emoción, por ejemplo, diciéndose a sí mismo que no se permita llorar o sentir tristeza. Por último, la evasión consiste en evitar situaciones, personas o lugares que puedan desencadenar emociones negativas, como no asistir a una reunión social porque podría causar ansiedad.
Impacto de la Evitación Emocional
La evitación emocional puede parecer una solución efectiva a corto plazo, pero a largo plazo puede tener consecuencias negativas para la salud mental. Suprimir emociones puede llevar a un incremento en los niveles de estrés y ansiedad, ya que las emociones no desaparecen simplemente porque se ignoren. Además, la evitación emocional prolongada puede contribuir a problemas de salud física, como hipertensión, problemas cardíacos y trastornos gastrointestinales. También puede dificultar la comunicación abierta y honesta con los demás, lo que afecta negativamente las relaciones interpersonales y a la resolución de conflictos.
Conclusión
Como hemos visto, la evitación constante de emociones puede acarrear diferentes problemáticas en nuestra vida. La evitación emocional es una estrategia común que algunas veces las personas utilizan para manejar emociones desagradables cuando no encuentran otra forma de gestionar lo que sienten o en ese momento resulta demasiado doloroso hacerlo. Sin embargo, a largo plazo, el privarnos de estas emociones o evitarlas y reprimirlas puede tener efectos negativos en nuestro bienestar psicológico y físico. Enfrentar y entender lo que sentimos nos ayuda a dar sentido a lo que nos ocurre o nos ha ocurrido y a buscar la mejor manera de transitar y experimentar lo que nos sucede.