Trastorno Obsesivo-Compulsivo

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), como se recoge en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-V (DSM-5,2013), forma parte de la categoría diagnóstica “Trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados”. 

Cuando se habla del TOC en la práctica clínica, los pacientes presentan una sintomatología que está muy relacionada con la ansiedad y, de hecho, la comorbilidad con otros trastornos de ansiedad es muy elevada.

Alrededor de un 2,5% de la población sufre de algún tipo de Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Puede aparecer durante la adolescencia y la juventud, aunque también es posible que aparezca en la infancia.

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) se define así por la presencia de obsesiones y compulsiones, que reflejan un temor intenso a que ocurra algo malo o una catástrofe. Estos miedos pueden variar de una persona a otra, lo que genera diferentes tipos de TOC. 

De esta forma, destacan los siguientes componentes:

  • Obsesiones. Son pensamientos recurrentes, involuntarios y automáticos que aparecen en la mente de la persona, sin que esta pueda controlarlos. Estas obsesiones suelen ser pensamientos catastróficos (se ponen en lo peor) que provocan gran malestar y preocupación, ya que a menudo van en contra de la moral del paciente. Por ejemplo, el poder contraer una enfermedad, o miedo a hacer daño a alguien querido. Pueden ser frases o imágenes y generan confusión ya que la persona no entiende por qué estos pensamientos invaden su mente de manera repetitiva y en contra de su voluntad. Así, las obsesiones provocan ansiedad, generando reacciones como taquicardia, sudoración, temblor, etc. La persona intenta resistirse sin éxito a la aparición de estos pensamientos, lo que le provoca un sufrimiento adicional y que puedan aparecer con más frecuencia. Estas obsesiones llevan al paciente a dudar de sí mismo o a cuestionar sus intenciones reales, aunque reconozca que sus obsesiones no reflejan su verdadera moralidad. 

 

  • Compulsiones. Son conductas físicas o mentales que la persona realiza para reducir la ansiedad provocada por las obsesiones. Estas acciones suelen ser ritualizadas y siguen un orden específico, repitiéndose cada vez que surge una obsesión. Por ejemplo, lavarse las manos, comprobar las cosas, contar, repetir palabras en silencio… El objetivo de las compulsiones es calmar la ansiedad y neutralizar el miedo a que ocurra lo que la obsesión sugiere. Estas conductas también se conocen como “conductas de neutralización” porque buscan anular el impacto de las obsesiones. Por ejemplo, alguien que teme contaminarse podría realizar rituales de limpieza excesivos para sentirse “a salvo”. 

 

  • Situación disparadora. Es un evento o circunstancia que activa las obsesiones y compulsiones. Parte de la realidad, puede ser algo físico que ha ocurrido, como una aguja en la calle que despierta el temor a contraer una enfermedad, o algo más abstracto, como un pensamiento o un recuerdo. Por ejemplo, alguien puede dudar si apagó la calefacción al salir del trabajo, lo que desencadena la obsesión de que puede ocurrir algo malo.

 

Como se mencionaba anteriormente, el TOC está muy relacionado con la ansiedad y por ello es importante que se pueda diferenciar también de otros trastornos con los que pueden verse algunas similitudes, como por ejemplo: preocupaciones excesivas (trastorno de ansiedad generalizada), preocupaciones por el aspecto físico (trastorno dismórfico corporal), dificultad para renunciar o deshacerse de posesiones (tratorno de acumulación), estereotipias (trastorno de movimientos estereotipados), comportamiento alimentario ritualizado (trastornos alimentarios), problemas con sustancias o el juego (adicciones), preocupación por padecer una enfermedad (trastorno de ansiedad por enfermedad), rumiaciones de culpa (trastorno de depresión mayor), pensamientos o delirios como en la esquizofrenia, o patrones de comportamiento repetitivos como en los trastornos del espectro autista.

 

Referencias:

Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed.).