¿Qué es una mala noticia?
Una mala noticia es aquella que contiene información con consecuencias negativas para quien la recibe y que altera su perspectiva en relación a sí mismo y al futuro, por ejemplo, conocer la muerte de un ser querido. En algunas ocasiones, no nos consideramos preparados para transmitir la información de algo que puede resultar impactante y que conlleva una elevada carga emocional. Algunas veces, por miedo a la reacción de la persona a la que se lo comunicamos, y otras, porque las personas que transmiten la noticia, no saben qué palabras utilizar o cómo usar su lenguaje corporal.
¿Qué tengo que tener en cuenta?
Es importante asumir que el hecho de comunicar una mala noticia es una tarea desagradable, y que va a provocar en la otra persona un dolor inevitable. Por este motivo, hay que buscar transmitir la información de forma que provoque en la persona un impacto psicológico menor.
¿Cómo lo hago?
Bascuñán (2013), menciona un protocolo para profesionales que tienen que comunicar las malas noticias, basado en distintas fases:
- Preparación del entorno profesional. Se debe utilizar un lugar íntimo, cómodo y adecuado para comunicar la noticia, donde haya algún tipo de asiento. El momento también es importante y debemos comunicar la noticia cuando tengamos toda la información disponible para transmitirla de forma clara y fiable.
- Explorar la percepción e información que maneja el paciente sobre la situación, con preguntas abiertas para facilitar la expresión emocional, e identificar preocupaciones y temores.
- Explorar qué y cuánto desea saber el paciente en ese momento, y la capacidad que tiene para recibir esa información.
- Compartir la información cuando tengamos claro qué sabe el paciente y qué desea saber. Para ello es importante utilizar un lenguaje ajustado, con términos comprensibles para la persona. Además, la información se debe dar de forma progresiva, pero directa y clara, con pequeñas pausas en el discurso para facilitar la asimilación y procesamiento de la información proporcionada. En este sentido, es importante asegurarnos de que la persona está entendiendo la noticia e identificar el significado que está dando a ese hecho. Todo esto es importante hacerlo, en la medida de lo posible, en persona, para poder ver la reacción y proporcionar acompañamiento y ayuda si es necesario. Asimismo, es importante no evitar palabras que puedan considerarse tabú, como “muerte” o “fallecimiento”, ya que a veces se intenta utilizar expresiones más suaves, que en realidad, no ayudan.
- Expresión y acogida de sentimientos y transmisión de empatía, acompañando a la persona en el proceso y dejando que exprese lo que siente sin impedirlo o invalidarlo.
- Planificación de un plan de tratamiento y seguimiento. Para ello, usar estrategias como la escucha activa, la asertividad, el manejo de los silencios, el contacto físico en momentos necesarios y adecuados, y la empatía.
¿Qué tengo que evitar hacer?
- Juicios de valor que puedan hacer que la persona se sienta culpable.
- Minimizar el sufrimiento, evitando, al mismo tiempo, crear falsas expectativas de la situación.