En los últimos años, especialmente entre el público más joven, la conocida red social Instagram ha experimentado un enorme crecimiento. Esta red social, junto con otras, ha provocado cambios importantes en la realidad social y en la forma en que nos comunicamos.
Varias investigaciones han destacado que los riesgos de las redes sociales están asociados con la adicción, los problemas psicológicos, el acoso escolar y los trastornos de conducta alimentaria (Ariza et al., 2021; Cruz, 2017; García & Pérez, 2020; Ruiz et al., 2021; Sanz et al., 2018 citado en Torras Ferrando, 2021). En cuanto al uso de las redes sociales por parte de los jóvenes, se relacionan con búsqueda de información, moda, música, noticias, entretenimiento audiovisual y la más popular en la actualidad, las y los influencers (Ballesta et al., 2021; Colmenares & Márquez, 2018; Fondevila et al., 2020; García & Pérez, 2020; Gil & Fernández, 2020; Marinas, 2019; Reis & Leite, 2021; Romero et al., 2019; Ruiz et al., 2021; Sanz et al.,2018; Vico-Bosch & Rebollo-Catalán, 2019 citado en Torras Ferrando, 2021). En cuanto al nivel de consumo de las redes sociales, en el caso de los preadolescentes (8-12 años) se hace un mayor uso de ocio educativo y los adolescentes (13-18 años) son más interactivos y comprometidos. El tiempo que la población joven emplea en estas aplicaciones es aproximadamente de ocho horas diarias.
En la publicación de hoy nos centraremos en hablar sobre los filtros de instagram y la repercusión que estos pueden llegar a tener en nuestra salud mental. Los filtros de instagram que modifican los rasgos de la cara están a la orden del día, estos filtros alargan las pestañas, aumentan el tamaño de los ojos, retocan la nariz, aumentan los labios y pómulos y realizan todo tipo de modificaciones en el rostro y en el cuerpo.
Cabe mencionar que los jóvenes usuarios de las redes sociales se encuentran en un momento especialmente vulnerable donde deben adaptarse continuamente a los cambios físicos y psíquicos que tienen en esta etapa, y dicha etapa, suele estar acompañada por el inicio del uso de las redes sociales. A lo largo de la vida, de manera continua, estamos moldeando nuestra imagen corporal, pero en la etapa de la adolescencia suelen existir estándares idealizados de atractivo y belleza que influyen en las relaciones interpersonales, la autoaceptación, la atracción y el deseo. Debido a los estándares de belleza poco realistas establecidos que se transmiten a través de las redes sociales, los adolescentes se encuentran con problemas de identidad. Como consecuencia, surgen muchos problemas de salud mental, así como de identidad y de dismorfia corporal ya que intentan conseguir estándares de belleza que no son reales.
Como se ha mencionado, los filtros que utilizan tanto los usuarios como los influencers tienen el poder de cambiar totalmente la apariencia, mayoritariamente del rostro, en un solo clic. Es importante remarcar que tanto el uso propio como el consumo de contenido que hace uso de dicha herramienta es más común, con gran diferencia, entre mujeres. De hecho, los mismos filtros que se recomiendan en la aplicación suelen tener como ejemplo a mujeres y la presencia de hombres en estos ejemplos es casi inexistente.
Instagram, como otras redes sociales, es una herramienta de aceptación social. La idea que se transmite a través de esta red social es que para ganar más reacciones y agradar más a nuestro entorno y así conseguir la esperada aceptación, tenemos que tener un rostro bonito y que encaje dentro de los estándares de belleza, y para ello, podemos utilizar algoritmos que modelan nuestro rostro. Así, es otra forma de difundir el canon de la belleza establecido y en la mayoría de los casos esto provoca que los usuarios dejen de subir selfies sin usar uno de estos filtros. El uso intensivo de esta aplicación y especialmente de estas herramientas pueden tener un gran impacto en la autoestima.
Se ha demostrado que muchas mujeres sienten insatisfacción por su apariencia física y esto les produce ansiedad a la hora de subir fotos, lo que las presiona a cambiar su apariencia cuando las suben. Es decir, existe una correlación positiva entre la internalización de los estereotipos de belleza en Instagram y el aumento de la ansiedad generada por la apariencia física.
En resumen, el uso continuado de filtros o de la visión de ellos en otras personas puede acarrear los siguientes problemas: necesidad de aprobación, aumento de inseguridades e inestabilidad emocional, rechazo de la imagen corporal, impacto en nuestra autoestima, búsqueda de perfeccionismo, ansiedad y depresión.
Por lo tanto, es importante que sobre todo los jóvenes desarrollen habilidades para poder hacer un uso de las redes sociales de una manera saludable, brindándoles al mismo tiempo herramientas para trabajar la aceptación de la imagen corporal y el autocuidado.
Referencias:
Torras Ferrando, L. (2021). ¿ Cómo afectan los filtros de Instagram a la autoestima de los jóvenes?.
yo soy española y los filtros en las redes sociales tanto en Instagram y tiktok en los adolescentes es innegablemente poderoso, las consecuencias pueden ser tanto positivas como negativas, tenemos que estar consistente y tomar medidas para proteger y no tener tanta libertad a la hora de navegar en linea.