“Solo sé que no se nada”
Sócrates
En estos tiempos donde lo nuevo y desconocido ha inundado nuestra vida, la sensación de incertidumbre es la protagonista, sin duda, de la mayoría de las personas. Hasta ahora, gran parte de nuestro día a día estaba enmarcado, esquematizado y ordenado, haciendo unas rutinas que nos daban el control y nos calmaban dentro del futuro incierto que por si lleva el estar vivo. Nunca hemos tenido el control ya que cada día pueden ocurrirnos numerosas experiencias no previstas y que pueden cambiar el curso de todo lo planeado, pero que aunque seamos protagonistas de hechos puntuales que modifiquen la ruta esperable, el sentir que globalmente todo sigue igual, tranquiliza, o por lo menos no suma más malestar.
A día de hoy, aunque intentemos retomar la normalidad anterior, nos llega información y sabemos que la vida tal y como la conocíamos, puede volver a cambiar, así que no nos queda otra que aprender a “bailar con la incertidumbre”.
Podemos definir la incertidumbre como la sensación de falta de control acerca de lo que ocurrirá en el futuro. Generalmente provoca miedos que estos a su vez desatan a la sensación de ansiedad.
Tolerancia a la incertidumbre
Como sabemos, cada persona percibe el mundo de manera distinta y ante un mismo hecho cada uno puede recoger una información diferente, puede sentir una emoción distinta, puede dar una explicación a lo sucedido que diste con la que da otra persona…. Así que es lógico pensar que también existan personas con diferente grado de tolerancia a la incertidumbre.
- Personas con Baja tolerancia a la incertidumbre: la Intolerancia a la Incertidumbre es la tendencia excesiva del individuo a considerar como inaceptable que pueda suceder un evento negativo, por más pequeña que sea la probabilidad de que ocurra (Dugas, Gosselin & Ladourceur, 2001). Estas personas tienden a considerar a las situaciones ambiguas como agotadoras y perturbadoras, a creer que los acontecimientos inesperados son perjudiciales y que deben evitarse ya que es injusto un futuro incierto. Asimismo, las personas con baja tolerancia a la incertidumbre perciben a las situaciones de incertidumbre como estresantes y molestas, creen que son nefastas y que deberían ser evitadas a cualquier precio (Buhr & Dugas, 2002; Koerner & Dugas, 2008).
- Personas con Alta tolerancia a la incertidumbre: son personas con mayor flexibilidad cognitiva, saben que son capaces de adaptarse a diferentes circunstancias, creen en sus posibilidades aunque no tengan información de qué va a ocurrir. Podríamos decir que son individuos con estrategias de afrontamiento centradas en el problema (ver entrada de Oiane Rilo Blog para conocer más sobre ello).
De la incertidumbre a la ansiedad
La ansiedad surge cuando nos planteamos escenarios negativos de un futuro que aún no han ocurrido y que tiene las mismas probabilidades de que ocurran que escenarios mucho más amables. En realidad, intentamos prepararnos psicológicamente a aquello que nos da miedo, nos imaginamos situaciones negativas a las que a lo mejor, tendremos que enfrentarnos. Suelen ser predicciones catastróficas y vernos sin recursos para poder hacerlas frente, desata en nuestro cuerpo una serie de reacciones que conjuntas, nos provocan ansiedad. El cuerpo se prepara para lucha o huida: ritmo cardíaco acelerado, respiración rápida y poco profunda, falta de concentración, bloqueo cognitivo, agarrotamiento muscular…
Actualmente la situación provocada por la pandemia derivada del Covid-19, deja un escenario nada claro, incierto. Asimismo recibimos información negativa que habla de crisis económica y sanitaria, rebrotes… información que dificulta crear opciones futuras más optimistas. Es normal que encontremos numerosas personas que están sufriendo niveles más altos de ansiedad de lo que acostumbraban.
Cómo convivir con la incertidumbre
-Reflexiona acerca de tus fortalezas, apoyos y recursos.
-Céntrate en lo que puedes hacer ahora.
-Ante escenarios imaginados catastróficos, haz una lista con otros escenarios posibles más amables.
-Si algo te preocupa, busca información de calidad.
-Cuando un pensamiento de un futuro incierto y negativo te atrape, escribe cómo lo harías frente, cómo te adaptarías a él, no huyas de él, porque tienes recursos.
-Revisa cómo te enfrentaste a situaciones adversas en el pasado, te ayudará a ver la persona resolutiva que eres.
-Acepta que todo no es posible controlar.
Bibliografía consultada:
Guía para el abordaje no presencial de las consecuencias psicológicas del brote epidémico COVID-19 en población general. Universidad Complutense de Madrid. Recuperada el 17 de junio de 2020. https://www.ucm.es/clinicadepsicologia/file/guia-covid-19-ucmprofesionales
RODRÍGUEZ DE BEHRENDS, MARISA, & BRENLLA, MARÍA ELENA (2015). ADAPTACIÓN PARA BUENOS AIRES DE LA ESCALA DE INTOLERANCIA A LA INCERTIDUMBRE. Interdisciplinaria, 32(2),261-274.[fecha de Consulta 17 de Junio de 2020]. ISSN: 0325-8203. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180/18043528004