Dormir y comer son necesidades fisiológicas, pero el hacerlo bien y además disfrutar de ello se aprende desde que somos niños. Los hábitos saludables en niños hacen referencia a aquellos comportamientos que realizamos de manera frecuente, que forman parte de nuestra rutina y que nos ayudan a tener mejor salud física, mental y emocional.
A partir de los 4 años es cuando se establecen en el niño hábitos permanentes, que si no son adecuados luego son difíciles de modificar. Si se les educa en unos hábitos saludables de higiene, alimentación, sueño, respeto hacia los demás, orden… les estaremos proporcionando a nuestros hijos una sensación de autonomía, autocontrol y seguridad que le serán eran ayuda durante el resto de su vida.
Para empezar, es imprescindible generar rutinas, que el niño sepa que es lo que va a ocurrir le da seguridad y orden en la vida. En los niños este orden no viene dado desde que nacen, además de tener una escasa noción del tiempo. Las rutinas son algo implementado por los padres, a base de repeticiones y limites adecuados, que hacen que el niño sepa que hacer y esperar de cada momento. Es a partir de los 4 años de edad cuando empiezan a tener cierta idea de temporalidad, lo que es el presente, el pasado y el futuro inmediato.
Es importante tener unos horarios fijos o más o menos regulares para comer y dormir, ya que los cambios bruscos y continuados en los horarios de las comidas y sueño les genera mucha inseguridad. Según el niño va creciendo puede ser más flexible y puede adaptarse a más cambios, pero siempre que los hábitos estén ya instaurados. También es muy importante que en el hogar haya un buen ambiente en general y en especial durante las comidas y la hora de irse a la cama.
Además, hay que darles la oportunidad a los niños de que elijan ciertas cosas y que participen activamente, como en poner la mesa, negociando con él alguna comida que pueda ser de su agrado, eligiendo el cuento que quiere leer… y teniendo en cuenta que durante el momento de la comida no debe hacerse otra actividad como dibujar, ver la tele…
Algunas de las recomendaciones a la hora de dormir son:
- Tener más o menos una hora fija de acostarse
- Avisarle con antelación de que está llegando la hora de ir a dormir
- Proporcionarle un oso, cuento, manta… que les dé seguridad
- Poder pasar un buen momento en la cama padres e hijos, contando un cuento, repasando que tal ha ido el día…
Algunas recomendaciones a la hora de comer:
- Darle la oportunidad de probar diferentes sabores o diferentes presentaciones de un mismo producto
- Recordar que los padres son un ejemplo para los hijos y mantener todos los miembros de la familia una dieta variada
- Respetar los gustos de los hijos a la hora de comer
- No enfadarnos, ni forzar a que coma ciertos alimentos. Si no quiere comer respetarle, dejándole claro cuál va a ser su próxima comida. Si se fuerza en exceso a comer puede asociarse la hora de comer a una batalla que pude permanecer en el tiempo. Si deja de comer sistemáticamente es hora de consultar con un profesional y poder pensar entre todos que está detrás de ese comportamiento.
Recordar que los hábitos saludables se educan desde la primera infancia, en el entorno familiar y siendo constantes. Además, estos hábitos deben ir acompañados de afecto, serenidad, respetando las preferencias del niño, pero a la vez manteniendo unas normas.