A todos nos gusta que nos atiendan adecuadamente, si bien en el ámbito de la psicología sucede que existen diferentes especialistas, de los cuales la mayoría no conoce sus funciones y cree que todos hacen lo mismo y se dedican a los mismos ámbitos. Así, habitualmente, se tienen en cuenta criterios que en nada ayudan a solucionar el problema que traemos en consulta (precio, distancia desde donde vivimos, horarios), de forma que la atención que obtenemos al final no es especializada y terminamos teniendo el mismo problema tras haber gastado nuestro dinero (o incluso uno mayor) y decepcionados con “la psicología”. A esto contribuimos también los profesionales de este ámbito, quienes a sabiendas de que no estamos siendo éticos ni profesionales tratando problemas y consultas para los que no estamos formados ni especializados, intervenimos igualmente sobre ellos, generalmente con pocos resultados que terminamos justificando muchas veces en las características del paciente (“no estaba preparado para el cambio”, “no ha contribuido”, “la psicología es así: a veces funciona y otras no”). Pero la realidad es que si se acude al profesional adecuado con la formación adecuada, las probabilidades de mejorar la problemática aumentan considerablemente, sea como sea el paciente, claro está. Por eso también cada uno tiene una figura fiscal diferente, paga diferentes impuestos y parte de muy diferente formación…
Así que vamos a ver qué diferentes profesionales de la psicología (y de áreas circundantes) podemos encontrarnos en consulta:
Psicología de la educación
El psicólogo educativo es el profesional de la psicología cuya misión es el estudio e intervención sobre el comportamiento humano en el contexto de la educación y en el aprendizaje. De esta manera, hacen un valiosísimo trabajo centrado en los procesos cognitivos asociados o derivados de los procesos de aprendizaje, y nadie mejor que ellos para entender a un paciente (habitualmente niños y adolescentes, por motivos obvios) que viene a consulta (generalmente sus padres) diciendo que no es capaz de aprender. Igual sucede cuando se trata de solucionar problemas relacionados con el aprendizaje, que pueden ser muy diversos, dado que su formación de postgrado se ha centrado precisamente en intentar entender y rehabilitar procesos que tienen que ver con el aprendizaje. Pero puede haber múltiples causas que le impidan a alguien aprender, y dado que son profesionales en ello, a menudo se ven obligados (o deberían) a derivar a los clínicos o sanitarios aquellos problemas derivados de trastornos, siendo los más habituales los trastornos del neurodesarrollo (Autismo, Asperger, TDAH, TANV, DAMP…). Éstos requieren de una intervención en otro ámbito y una atención de un psicólogo clínico o sanitario, al igual que hay trastornos denominados clínicos que tampoco pueden tratar por carecer de formación específica en ello (ansiedad, problemas emocionales, autoestima…).
Por otro lado, estos profesionales tienen más que ver con los problemas relacionados con ámbitos educativos y a menudo los podemos encontrar igualmente dentro de los colegios en figuras como las de orientador, etc., habiendo tenido que formarse para ello de manera específica, no obstante, habitualmente mediante otras formaciones de postgrado. Así, como bien dice el Consejo General de la Psicología Española, el Psicólogo Educativo tiene las siguientes funciones:
- Intervención ante las necesidades educativas de los alumnos: debe encargarse de estudiar y prever las necesidades educativas de los alumnos. Gracias a esto puede actuar sobre ellas para mejorar la experiencia educativa de los mismos.
- Funciones ligadas a la Orientación, asesoramiento profesional y vocacional: el objetivo general de estos procesos es colaborar en el desarrollo de las competencias de las personas. A través de la clarificación de sus proyectos personales, vocacionales y profesionales de modo que puedan dirigir su propia formación y su toma de decisiones.
- Funciones preventivas: debe intervenir en la aplicación de las medidas necesarias para evitar los posibles problemas en la experiencia educativa. Es importante actuar sobre todos los agentes educativos (padres, profesores, hijos, orientadores…)
- Intervención en la mejora del acto educativo: es de gran importancia prestar atención a la instrucción aplicada por los educadores. Estudiar y aplicar las mejores técnicas educativas es necesario para que el aprendizaje y el desarollo del alumno sea óptimo.
- Formación y asesoramiento familiar: una parte importante de la educación es la que provee la familia. A través del estudio de la familia y el posterior asesoramiento se logra modelos educativos familiares eficientes. Y con ello aumentamos la calidad de vida de todos los miembros de la familia.
- Intervención socioeducativa: la vida académica y familiar no son las únicas que educan al ser humano, todo su ambiente lo hace. Es responsabilidad del psicólogo educativo encargarse del estudio de cómo el sistema social actual influye en la educación. Y así intentar intervenir en aquellos aspectos que son susceptibles de mejora.
- Investigación y docencia: para que todas las demás funciones puedan cumplirse es necesario una fuerte investigación que muestre las direcciones a tomar. Y toda investigación sería inútil sin una docencia que expanda el conocimiento entre otros profesionales y estudiantes.
Psicólogo clínico o sanitario
Esta figura doble es el encargado de tratar los trastornos y síntomas derivados, de manera que el clínico trabaja en un hospital público y se ha formado como un médico rotando por unidades públicas de salud mental (puede trabajar en lo público y en lo privado, y de hecho algunos de ellos ejercen en ambos ámbitos), mientras el sanitario ha hecho un máster de al menos dos años y específico en psicología sanitaria y sólo puede trabajar en el ámbito privado. Sin embargo, tienen algunas características comunes: ambos tienen que ser acreditados y reconocidos por Sanidad (podrás ver un número de acreditación de cada gobierno comunitario en el escaparate, en las tarjetas de visita o en al web, dado que quienes tienen ese número han pasado unos controles exhaustivos, pagan tasas a la Consejería de Sanidad y tienen que demostrar una formación específica en el ámbito clínico), intervienen a nivel psicológico sobre los trastornos y sus sintomatologías (ansiedad, depresión, TOC, esquizofrenia, TDAH…). Pero dentro de esta división de la psicología, también existen a su vez múltiples especializaciones que es conveniente tener en cuenta, a saber de su mayor formación en determinadas áreas:
Dentro de estos profesionales clínicos/sanitarios también existen formaciones distintas que dan solución de manera distinta a los problemas, pero por no extendernos en demasía, y dado que no es el objetivo del presente post, no entraremos en ello. Sin embargo, cabe reseñar, dentro de la clínica, un profesional clínico/sanitario especialmente importante y diferenciado del resto, a saber del tipo de trastornos que atiende, sus repercusiones, la población específica a la que trata. Y es que en población infantil, es habitual encontrarnos equipos conformados por un psicólogo sanitario y un profesional de la neuropsicología clínica:
- Intervención en familias
- Terapia de personas adultas
- Psicología clínica infantil
- Neuropsicología clínica
- Rehabilitación neuropsicológica
- Atención e intervención en determinados trastornos
- Evaluación
- Psicooncología
- Psicología de las Emergencias
- …
Así, cuanto más específico y especialista sea el psicólogo clínico/sanitario al que acudamos, más específica será la ayuda que nos dispense, y con ello, más probabilidades de mejoría/solución del motivo de consulta habrá.
Neuropsicólogo clínico
La neuropsicología es una especialidad que combina la neurología y la psicología para estudiar los efectos que puede tener una lesión en el sistema nervioso sobre el comportamiento, los procesos emocionales, psicológicos y cognitivos. En definitiva, se encarga de comprender las anomalías que surgen en el sistema nervioso (sobrevenidas o derivadas de un neurodesarrollo atípico), los procesos que resultan afectados (dentro de las relaciones entre el cerebro y la conducta) y las repercusiones que éstas tendrán en la vida del paciente (familia, sociales, aprendizaje…).
Por todo ello, dada la especificidad de su campo de trabajo y de sus intervenciones, estos profesionales suelen tener un máster específico (a menudo además del sanitario) en su haber formativo. Si bien, el trabajo del Neuropsicólogo, el del Psicólogo Educativo y el del Psicólogo Clínico/sanitario a menudo es complementario y necesario conjugarse.
Otros psicólogos
Pero también existen otras ramas de la psicología que si bien se han formado en la misma facultad que los anteriores, tienen una especialización posterior diferente. Aquí encontraríamos la psicología del deporte (encargada de intentar obtener el mayor rendimiento en los deportistas), la de los recursos humanos (generalmente encargada de la selección de personal, pero también de incentivar la producción, satisfacción laboral, etc. de los trabajadores), psicología del márketing (habitualmente encargado de diseñar campañas publicitarias eficientes y eficaces teniendo en cuenta los fenómenos inherentes al conocimiento de la psicología a nivel general), psicología forense, y un gran número de profesionales.
En definitiva, existen numerosos profesionales de la psicología, y cada uno tiene su ámbito de actuación y formación totalmente diferenciada. Así que, al igual que no nos gusta acudir a un “médico general” para problemas específicos (p.e., que a nuestro hijo lo trate un pediatra, y no un médico de cabecera), debemos exigir también en este campo que sea lo más especialista posible, dado que por ello se crearon diferentes especialidades de la psicología.