Los trastornos disociativos son un grupo de condiciones psicológicas que involucran un deterioro de la función integradora que pueden generar una separación en la conciencia, la identidad, la memoria o la percepción de uno mismo y del entorno. Estos trastornos pueden surgir como respuesta a experiencias traumáticas, como forma de protección del dolor emocional, y pueden afectar significativamente la calidad de vida de quienes los padecen.
Los fenómenos disociativos no son necesariamente patológicos. En sí misma, la disociación es un mecanismo de defensa psicológico mediante el cual una persona se desconecta de sus pensamientos, emociones, sensaciones, movimientos o experiencias, y puede manifestarse de diversas maneras, desde una leve desconexión de la realidad hasta una separación más profunda de la identidad o la memoria. De esta forma, la disociación atenúa la influencia de los acontecimientos vitales estresantes, protegiendo a la persona de su impacto psicológico y facilitando la supervivencia.
Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo del trastorno específico, pero pueden incluir:
- Disociación como módulos no integrados, existiendo tres variantes a este nivel:
- Ausencia de percepción consciente de la entrada o salida de estímulos.
- Coexistencia de estados separados del ego que deberían estar integrados en la conciencia.
- Periodos en los que la persona no recuerda lo que hace o dice que no se siente como ella misma.
- Disociación como sentimientos de desapego, experimentada como una desconexión del yo o del entorno.
- Disociación como mecanismo de defensa a los contenidos de elevada intensidad emocional.
Tipos de Trastornos Disociativos
- Trastorno de Identidad Disociativo (TID): se caracteriza por la presencia de dos o más estados de la personalidad bien definidos, que implica una discontinuidad en el sentido del yo, acompañado de alteraciones en el afecto, la conducta, la memoria, la conciencia, la percepción, el conocimiento y/o la dimensión sensitivo-motora.
- Trastorno de Despersonalización/Desrealización: implica sentimientos de desapego de uno mismo (despersonalización) o del entorno (desrealización), como si se estuviera observando desde fuera o si el mundo no fuera real.
- Trastorno de Amnesia Disociativa: se caracteriza por una pérdida de memoria para eventos o períodos específicos, que no puede explicarse por olvido ordinario o condiciones médicas.
Los trastornos disociativos son condiciones complejas que requieren comprensión y apoyo. Si tú o alguien que conoces está experimentando síntomas disociativos, es importante buscar ayuda profesional. Con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, es posible mejorar la calidad de vida y manejar los síntomas de manera efectiva.