La perimenopausia es la etapa de transición del cuerpo hacía la menopausia. Su nombre compuesto por “peri” significa alrededor de la menopausia. Este término es cada vez más usado por el auge de las investigaciones tanto en la menopausia como en la perimenopausia. Y es que suele ser común que estas dos se confundan. Sin embargo, la menopausia, definido como el momento en el que la persona deja de tener la menstruación durante un año completo, es el indicativo del fin de la perimenopausia.
Entonces, ¿qué es la perimenopausia? Es ese periodo previo a la menopausia en el que las reservas ováricas bajan, provocando cambios en los niveles de las hormonas reproductivas de las mujeres, por ejemplo los estrógenos y la progesterona. Éstos comienzan a disminuir, provocando cambios físicos, relacionales y emocionales en las mujeres. La forma de experienciar la perimenopausia está sujeta a la individualidad de cada mujer. Varía la edad de inicio, su duración y la forma de expresión de los síntomas, siendo para algunas mujeres síntomas más llamativos y para otras más livianos; es decir, no para todas las mujeres es una época tan crítica. Los estudios han mostrado que la edad de inicio suele ser en torno a los 40 años, aunque hay veces que puede comenzar a experienciar a los 30, y aunque para algunas puede durar 2 años, para otras pueden ser hasta 11, aunque la media suelen ser 4-5 años.
¿Cuales son los cambios de esta etapa?
La perimenopausia es el cuerpo preparando el camino hacía la menopausia. Esto está sujeto a varios cambios en las mujeres. La primera señal suele ser irregularidades en la ovulación, sucediendo ciclos menstruales más prolongados o más cortos, así como periodos más abundantes o más ligeros. Este síntoma no debe tomarse a la ligera, puesto que con cambios en los ciclos menstruales nos referimos a CAMBIOS. Puede haber meses en los que no ocurra ningún periodo como que de repente venga por un mes, o por el contrario, que solo aparezca por dos días. Éstos son completamente normales y naturales.
Algunos otros síntomas propios de esta etapa serían los siguientes:
– Sofocos
– Cambios en el estado anímico
– Problemas de sueño
– Disminución del deseo sexual
– Aumento de la grasa abdominal
– Sequedad en la piel, cabello
– Sequedad vaginal
– Migrañas
Me parece importante destacar los cambios en el estado anímico. Este aspecto no suele ser matizado, a pesar de ser uno de los más comunes, ya que no solo tienen como causa los cambios hormonales, sino que las variaciones físicas pueden provocar un duelo en cuanto al proceso del envejecimiento, estrés o fatiga, lo que a su vez deja a la mujer en un estado más vulnerable ánimicamente. Así, se experimenta irritabilidad, tristeza, frustración, desesperación… o por el contrario encontrarse emociones positivas como empoderamiento, orgullo, fuerza… o también la ausencia de todas ellas. Una batidora emocional que para algunas mujeres hace de su día a día una batalla, incluso llegando a desarrollar síntomas correspondientes con cuadros depresivos o ansiosos. Hay veces que la forma de experienciar estos cambios de humorpuede ser similar a la sucedida en el síndrome premenstrual (SP): irritabilidad, falta de energía, llanto, ira o que dificultades para concentrarse; con la diferencia de que durante esta etapa no tienen que estar relacionados ni con el ciclo menstrual, ni con ningún patrón específico, pudiendo estar así durante años. Muchas mujeres con estos síntomas experimentan frustración e impotencia a la hora de poder gestionar sus emociones. Se sienten muy vulnerables emocionalmente.
Cómo lo viven las mujeres
Aunque bien es cierto que la investigación sobre la perimenopausia ha aumentado, y que cada vez tiene más cabida en el ideario social y en el día a día, hay que reconocer que su representación en la cultura y en la sociedad no es llamativa. Muchas veces las mujeres han vivido y viven este proceso desde el estereotipo, haciendo invisibles su afrontación o situación. Por ello, la soledad es un sentimiento bastante común. No se sienten entendidas, no se sienten escuchadas, pero lo que sí que sienten es un encasillamiento, invalidación y vergüenza por estar atravesandolo. Precisamente, para muchas mujeres el tener la perimenopausia significa un duelo. Los cambios físicos tienen un papel importante en esto, pero los estereotipos (“el paso previo de la menopausia”, “el deterioro”, “el fin de la juventud”) desde donde se enfocan también las hacen vivir un duelo en cuanto a su propia identidad como persona y como mujer.