Se entiende por cognición social el conjunto de procesos cognitivos que se activan en situaciones de interacción social. Permite una interacción satisfactoria con el entorno. Como señala Adolphs (2001), la cognición social es un proceso complejo en el que existen mecanismos para percibir, procesar y evaluar los estímulos, lo que permite una representación del entorno social.
El origen del concepto de cognición social se halla en los trabajos pioneros sobre el autismo donde se señalaba una afectación en este trastorno de lo que se denominaba teoría de la mente (ToM). Premack y Woodruff emplean dicho término para referirse a la capacidad de atribuir estados mentales y predecir el comportamiento de otro organismo. De entre las diversas definiciones sobre la teoría de la mente quizás la más completa y que mejor recoge la complejidad del término sería «la habilidad para atribuir estados mentales independientes, como deseos, creencias y emociones, tanto en uno mismo como en otros» (Frith, 1996)→interacción procesos cognitivos y emocionales.
La cognición social incluiría, además de la teoría de la mente, otros aspectos como: procesamiento emocional, percepción social, conocimiento social y sesgos de atribución. Para Bar-On, Tranel, Denburg y Bechara (2003) incluiría la habilidad de reconocer y expresar emociones faciales; la habilidad de reconocer en otros sentimientos y establecer relaciones interpersonales; la habilidad de modular y regular emociones; la habilidad de darse cuenta, de forma realista y flexible de la situación y resolver problemas interpersonales y la habilidad de generar afectos positivos y motivadores para conseguir los objetivos personales.
Tirapu, J., Pérez, G., Erekatxo, M. y Pelegrin, C. (2007). ¿Qué es la teoría de la mente? Revista de Neurología, 44(8), 479-489.
Tirapu, J., Ríos-Lago, M. y Maestú-Unturbe, F. (2008). Manual de neuropsicología. Barcelona: Viguera.