El juego resulta de gran importancia en el desarrollo y aprendizaje de los niños, y es que los niños no juegan para aprender, pero aprenden jugando, llegando a desarrollar nuevas habilidades que les ayudara a entender que pueden hacer en el mundo.
El juego comienza a la edad de 4-5 meses, en esta etapa los niños se van dando cuenta de sus cuerpos, empiezan a manipular objetos cogiéndolos, tirándolos al suelo y esto les ayuda a comprender conceptos básicos como la forma, el peso o la consistencia de estos objetos. A medida que van descubriendo su cuerpo y los conceptos antes mencionados, también van adquiriendo la relación causa-efecto y es entonces cuando los observamos, sin noción del tiempo, practicando la repetidamente. Así, poco a poco, la estructura interior del niño crece mediante el juego.
Por otro lado, el juego ayuda al desarrollo de distintos aspectos como la creatividad e imaginación ya que los lleva a imaginar y a transformar la fantasía en hechos. También les permite desarrollar la coordinación psicomotriz debido a los diferentes movimientos que ejecutan mientras juegan, ademas, el aspecto sensorial y mental (formas, texturas, colores…) también se desarrollan de esta forma.
El juego les permite afrontar la realidad y resolver los considerables problemas que está puede imponer, y, a la hora de tener que jugar en grupo, también ayuda a la cooperación y comunicación con otros niños.
En el aspecto afectivo mediante el juego pueden llegar a experimentar emociones como sorpresa, alegría, tristeza…
En el aspecto familiar también contribuye, y es que es importante por parte de los padres fomentar y ser partícipes en las actividades de juego con los niños, debido al papel fundamental que tiene en el desarrollo de los pequeños así como por la importancia que ejerce en el fortalecimiento del lazo afectivo entre padres e hijos, ademas, les ayuda a encontrar su lugar en relación a sus padres, o enfrentar los inevitables celos que sienten hacia un hermano o hermana pequeños, los niños van a darse cuenta de que el juego les posibilita la aceptación de una situación dada o la liberación de su agresividad.
¿Como elegir los juguetes adecuados?
El efecto que tiene el juego sobre el desarrollo depende de diferentes factores, como, por ejemplo, la etapa en la que se encuentra el niño, es decir, los niños muy pequeños necesitan juguetes más estructurados, aquéllos que representan objetos familiares como pueden ser los muñecos y las muñecas, coches, pelotas… para poder jugar de manera imaginativa. A medida que su pensamiento abstracto y el lenguaje van desarrollándose son capaces de utilizar objetos menos conectados con la realidad como pinturas o bloques. Otros aspectos a tener en cuenta son las capacidades del niño como la fuerza que tiene, su habilidad manual, la disponibilidad en el hogar de espacio, es recomendable que tenga juguetes para que pueda jugar en solitario y que también tenga juguetes para poder jugar con compañeros si se da el caso y, por último, hay que tener en cuenta las funciones que se trabajan con diferentes juguetes.
Bibliografía:
Goldstein. J. (1997). El valor del juego y los juguetes, Madrid: asociación española de fabricantes de juguetes.
Lake, A. Chan, M.( 2015). Putting science into practice for early child development. Lancet, 385: 1816–17
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