La adolescencia se caracteriza por ser una etapa tumultuosa y llena de cambios, donde se desarrolla la construcción de la identidad de cada uno, a través de las relaciones que crean con sus iguales. Durante el desarrollo de esta identidad, muchos jóvenes experimentan cierta preocupación sobre la imagen de su cuerpo y la percepción que puedan tener sus iguales.
La imagen corporal puede ser definida como la representación del cuerpo que cada persona construye en su mente (Raich, 2000) más la vivencia que se tiene del mismo (Guimón, 1999).La representación mental del cuerpo viene definida por aspectos tales como: la percepción del peso, el tamaño y la forma corporal; actitudes, sentimientos, pensamientos y valoraciones que despierta el cuerpo…
Existe una amplia gama de factores que influyen en la forma en que una persona evalúa su imagen corporal. Uno de los factores a considerar es la influencia de los modelos observados en medios de comunicación. Por ejemplo, en un estudio realizado en 39 mujeres universitarias se determinó que existía una mayor insatisfacción en la imagen corporal en aquellas que leyeron revistas de moda en comparación con las que leyeron revistas de noticias (Turner, Hamilton, Jacobs, Angood, y Dwyer, 1997).
Como consecuencia de estos modelos observados, la percepción de la imagen corporal puede empezar a distorsionarse negativamente. En un estudio más reciente realizado con 614 participantes (55% mujeres y 45% hombres) se evaluó el grado de insatisfacción corporal a través de la percepción del propio cuerpo, se encontró que más de la mitad de los participantes con normopeso creían ser más voluminosos de lo que eran en realidad (Santos, Alberte, Colmenero, De la Montaña y Míguez, 2017).
Tradicionalmente se ha considerado que la preocupación sobre la imagen corporal iba más ligada al género femenino, pero en recientes estudios se ha encontrado que ambos sexos presentan preocupación. La diferencia se encuentra en que las mujeres tienden a desear una imagen de sí mismas más delgada y proporcionada, mientras que en los hombres, una parte también muestra ese deseo de delgadez, pero sobretodo hay una mayoría que desea tener un cuerpo más fibrado y musculoso (Granero-Gallegos, Lucas, Sicilia, Medina-Casaubón y Alcaraz-Ibáñez, 2018).
Hoy en día, muchos adolescentes modelan su imagen corporal y la satisfacción sobre la misma mediante la comparación directa con modelos de imagen corporal que pueden ver en las redes sociales. En estas redes, pueden adquirir ideas disfuncionales de lo que se espera socialmente que sea su imagen física. Muchas veces, estos adolescentes se presionan para conseguir acercarse a esos ideales que se han construido mediante dietas y ejercicio excesivo.
En su máxima expresión, estos pensamientos disfuncionales pueden desencadenar en la aparición de diferentes trastornos psicológicos tales como Trastornos de la Conducta Alimentaria y Trastorno Dismórfico Corporal, entre otros. Por ello es importante crear relaciones saludables con la comida, favorecer el uso de estrategias saludables para cambiar el físico tales como practicar algún deporte y exponerse a modelos físicos saludables que no cumplan los cánones de belleza disfuncionales que utilizan como modelaje.
Referencias bibliográficas
Granero-Gallegos, Antonio; Martín-Albo Lucas, José; Sicilia, Álvaro; Medina-Casaubón, Jesús; Alcaraz-Ibáñez, Manuel (2017). Analysis of Sociocultural Stereotypes Towards Thin Body and Muscular Body: Differences According to Gender and Weight Discrepancy. Revista de Psicodidáctica (English ed.), (), S2530380517300163–. doi:10.1016/j.psicoe.2017.02.002
Guimón, J. (1999). Los lugares del cuerpo. Barcelona. Paidos
Raich, R.M. (2000). Imagen corporal. Madrid. Pirámide.