La disfagia orofaríngea.

La disfagia se define como la dificultar para tragar los alimentos líquidos y/o sólidos debido a la afectación de una o más fases de la deglución. Así, la afección puede presentarse en la preparación oral del bolo o en el desplazamiento del alimento desde la boca hasta el estómago. En el momento del diagnostico de la disfagia es de vital importancia realizar un adecuado diagnostico diferencial con la odinofagia, que es el dolor desencadenado por la ingesta de determinados alimentos.

Disfagia. Recomendaciones básicas - Neuroekin

Como consecuencia de la disfagia puede producirse penetración de material alimentario en vías diferentes a la digestiva lo cual provoca, en algunas ocasiones, episodios de aspiración traqueal o bronquial, o incluso aspiraciones silentes. Estas últimas no vendrían acompañadas de ningún tipo de sintomatología.

Las complicaciones que se derivan de la disfagia orofaríngea son las complicaciones respiratorias (infecciones respiratorias o neumonía por aspiración); la desnutrición y/o deshidratación, es decir, que el paciente no ingiera la totalidad de calorías, nutrientes y agua que necesita una persona para estar bien nutrida e hidratada.

Además, se debe tener muy en cuenta el deterioro de la calidad de vida del paciente que padece dicha patología. Resulta muy común que la persona con disfagia rechace comer en público, y que el placer por la comida se vea muy influido por sus dificultades a la hora de deglutir. Incluso se puede hablar de un miedo a comer debido a los posibles atragantamientos.

Disfagia: La importancia del manejo adecuado de esta patología | Top Doctors

Existen diferentes maniobras para rehabilitar la disfagia, que se van a proceder a explicar de forma breve, a continuación. Sobre todo, el fundamento teórico sobre el que se sostiene cada una:

  • Deglución supraglótica: el paciente debe realizar una apnea antes de deglutir, tragar con el aire retenido y sin respirar, y, a continuación toser. La apnea voluntaria produce un cierre glótico antes y durante la deglución.
  • Deglución super-supraglótica: el paciente debe comenzar haciendo una apnea, luego deglutir haciendo fuerza extra y finalmente toser. Una forma de que éste/a haga fuerza extra es poniendo la mano sobre su frente y pidiéndole que haga fuerza contra nuestra mano, mientras nosotros hacemos lo mismo contra su frente. Podría asemejarse a una tarea de contraresistencia. La apnea y la deglución forzada contribuyen al cierre laríngeo y paso rápido del bolo.
  • Deglución forzada: el paciente debe deglutir haciendo fuerza en el momento de tragar. Utilizaremos la misma estrategia que en la maniobra anterior, con el objetivo de que el paciente haga esa fuerza extra. Es decir, colocar una mano en la frente y hacer presión sobre ella para conseguir aumentar el esfuerzo.
  • Maniobra de Mendelsohn: con el objetivo de lograr la elevación de la laringe se deben colocar los dedos sobre el cartílago tiroides del paciente y realizar una suave presión hacia arriba que acompañe el movimiento deglutorio y luego mantener elevadas las estructuras. Dicha elevación manual de la laringe contribuye al cierre laríngeo y a la apertura del EES (esfínter esofágico superior) durante un tiempo mayor.

Por último, la maniobra de la doble deglución se utiliza en los casos en los que se percibe que la persona aún tiene restos de alimento en la cavidad oral, tras haber deglutido una primera vez.

Conoce los riesgos y crea conciencia de la Disfagia

Es importante tener en cuenta las características de cada paciente a la hora de escoger el tipo de maniobra que se va a realizar en consulta.

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