Es una suerte el hecho de poder convertir tu vocación en una carrera profesional. El área de la salud mental es un campo de estudio muy especial y yo siempre he tenido claro que quería formar parte de él. El poder trabajar con personas y crear una relación de confianza, de respeto, un espacio seguro en el que puedan ser ellos mismos/as, sin miedo a ser juzgados y, sobre todo, realizando un acompañamiento en diferentes momentos de sus vidas, es algo que siempre he aspirado alcanzar. Así, comencé mis estudios de Psicología en la Universidad de Deusto. Además, cursé el Máster de Psicología General Sanitaria y también el Máster de Neuropsicología Clínica. He de confesar que dentro de la Psicología, lo que más me apasiona es la clínica y la neuropsicología. He basado muchos de mis trabajos académicos en la Cognición Social y siempre que he podido mis prácticas han ido dirigidas al área de la neuropsicología, sin olvidarme, en ningún caso, de la clínica.

Tras un tiempo trabajando en el campo de la investigación en estudios clínicos relacionados con la prevención y el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer, me empecé a interesar por la logopedia a raíz de hablar con una compañera. Así que, cursé el Máster de Logopedia Clínica y Escolar. Lo que no esperaba encontrar era una segunda vocación y gracias, además, a este máster, tuve la suerte de comenzar mi andadura en el área de la logopedia.

En mi opinión, la continua formación en nuestro campo es algo muy beneficioso para la práctica profesional, así que también, me propuse realizar un Experto Universitario en Psicomotricidad y Neuromotricidad en la UNIR, y un Máster en Atención Temprana, Psicomotricidad y Educación Especial de Albor Cohs y avalado por la Universidad del Atlántico, lo que me permitió trabajar con niños/as de entre 0 y 6 años.

En la actualidad, sigo formándome en el campo de la logopedia con el objetivo de dar a mis pacientes una atención integral. Además, cuento con una amplia experiencia en esta área, he trabajado con diversas poblaciones (desde la infancia hasta la tercera edad) y mi intervención ha ido dirigida a diferentes patologías o dificultades del habla, del lenguaje, de la voz, de las funciones orofaciales (deglución, masticación, respiración…), etc., tanto funcionales, como congénitas o de origen neurológico. A día de hoy, puedo decir que combino mis dos pasiones: la logopedia y la psicología.

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