Sabemos que no resulta fácil abordar algunos temas con nuestros peques y adolescentes. Máxime cuando hemos vivido continuamente en una especie de tabú constante donde hablar de determinados temas era casi como contravenir una norma social que exigía ser silenciada. Por eso, si bien hablar sobre salud mental puede ser un desafío para muchas personas, especialmente cuando se trata de niños y adolescentes, queremos daros algunas pautas que os ayuden. Y es que es importante que estas conversaciones sucedan de manera abierta y comprensiva para fomentar una actitud positiva hacia la salud mental y prevenir problemas futuros. Aquí tienes algunos consejos para abordar estos temas con jóvenes y fomentar una comunicación saludable.
1.- Crear un Entorno Seguro
Antes de hablar sobre salud mental con niños o adolescentes, asegúrate de crear un entorno donde se sientan seguros y cómodos para expresar sus sentimientos. Esto incluye elegir un lugar tranquilo para la conversación y asegurarte de que tengan toda tu atención sin distracciones. Su habitación, su sitio donde habitualmente se «refugian» del mundo, puede ser uno de ellos…
2.- Utilizar un Lenguaje Claro y Adecuado para su Edad
Es importante utilizar un lenguaje apropiado para la edad del niño o adolescente con el que estés hablando. Evita usar términos médicos complicados y opta por un lenguaje simple y comprensible. En lugar de decir «depresión clínica», puedes hablar sobre «sentirse triste por mucho tiempo». Igualmente, presta atención a sus reacciones, porque te darán buena cuenta de si te está entendiendo o no.
3.- Fomentar la Comunicación Abierta
Anima a los niños y adolescentes a expresar cómo se sienten. Puedes hacer preguntas abiertas como «¿Cómo te sientes últimamente?» o «¿Hay algo que te preocupe?». Escucha con atención y sin juzgar, para que se sientan comprendidos y apoyados. Nuevamente, sus reacciones te enseñarán y guiarán a la hora de modular lo que estás diciendo…
4.- Hablar sobre las Emociones es Normal
Enséñales que hablar sobre las emociones es normal y saludable. Puedes compartir ejemplos de situaciones en las que tú mismo has tenido emociones fuertes y cómo las has manejado. Esto les ayudará a entender que todos experimentan emociones y que es importante hablar sobre ellas, así como poder hablar naturalmente con los demás (incluso sus iguales) de este tipo de temas. Cuando lo hacen, ¡la capacidad que tienen de gestionar sus emociones mejora significativamente!
5.- Enseñar Estrategias de Afrontamiento
Habla sobre estrategias para lidiar con el estrés y la ansiedad, como la respiración profunda, el ejercicio o el arte (escribir, dibujar…), entre otras. Anímales a probar diferentes actividades para encontrar lo que les ayuda a sentirse mejor o a regularse en un momento de mucha activación o que se encuentran mal. Verás cómo, si lo prueba y le va bien, practica esta rutina y consigue mayores habilidades de autorregulación.
6.- Buscar Ayuda Profesional
Si notas que el niño o adolescente muestra signos de problemas de salud mental más serios, como aislamiento, cambios extremos en el comportamiento o habla de autolesiones, es importante buscar ayuda profesional. Explícales que acudir a un psicólogo es una forma de cuidar su salud, al igual que ir al médico cuando están enfermos. Nosotros nos encargamos de seguir ese mensaje y que vean que somos aliados, que queremos ayudarle y ayudaros…
7.- Mantener la Conversación Abierta
Por último, recuerda que hablar sobre salud mental no es algo que se hace una sola vez. Mantén la conversación abierta y sigue preguntando cómo se sienten con regularidad. Así, crearás una relación de confianza y apoyo mutuo.
Como ves, es muy importante hablar de salud mental con nuestros vástagos. Además de estar dándoles recursos para el momento actual, estaremos sembrando también para el futuro.